Con bloques

Los juegos de construcción con bloques son, posiblemente, los primeros que nos vienen a la cabeza cuando hablamos de este tipo de actividades en la infancia. Y verdaderamente, entendemos que sea el favorito de muchísimas familias y escuelas y podemos decir que no nos extraña para nada el éxito que tiene.  A nosotros nos encantan.

Casi todos los niños y niñas, si se les da la oportunidad y se les ofrecen los materiales adecuados en el momento adecuado, en algún momento de su infancia construyen con bloques. Quizás para detectarlo, haya que abrir un poco la mente e instruir un poco la mirada, porque lo cierto es que cada uno y cada una pueden expresar esas construcciones de forma muy diferente. Y a veces esa forma, difiere un montón de la idea que tenemos los adultos y adultas de lo que es y no es una construcción.

Así, hay niños y niñas que prefieren hacer un despliegue maravilloso en el plano horizontal, ocupando mucho espacio. Otros/as, sin embargo, se sienten atraídos/as por el reto de crear grandes torres, altas, muy altas, que irán mejorando a medida que van adquiriendo más y más habilidades y desarrollo intelectual. Y otros/as, sin embargo, usarán los bloques de construcción para crear escenarios maravillosos de minimundos que acompañarán con figuras y personajes con los que dar cabida a un rico juego libre.

Además, el juego de construcciones no es estático, sino que evoluciona y crece con las niñas y niños y se convierte en un mecanismo de proyección de la propia representación y autoconocimiento. Igual que el dibujo, los juegos de construcción con bloques pasan por diferentes etapas, desde las agrupaciones, la creación de caminos y grandes despliegues horizontales aparentemente desordenadas, hasta las construcciones más elaboradas y cargadas de simetría, muy relacionadas con los procesos de lateralización y de adquisición de la identidad.

En definitiva, los niños/as se ven a sí mismos/as y a su evolución cuando juegan a construcciones, porque construir quiere decir querer ir hacia arriba, representa el deseo de crecer; por eso los niños y las niñas siempre juegan y siempre jugarán a construir. Porque construir con piezas es construirse a uno/a mismo/a.

Los materiales de los que están hechos los bloques de construcción suelen ser variados, pero nosotras siempre pensamos que es mejor apostar por aquellos que sean de madera, de corcho o de cualquier otro material natural, que ofrezca, además de una posibilidad de construir, una apertura del abanico sensorial.

Así, tenemos los ecobloques de madera, bien con corteza o sin ella, inspirados en los materiales Waldorf. Son piezas de madera (obtenidos a partir de procesos de poda), cortados con precisión para facilitar el apilado en diversos niveles y con formas irregulares naturales, adaptándose perfectamente de forma evolutiva al juego desde el año (fase sensomotora por excelencia, en la que la exploración está a flor de piel) hasta los 7 años aproximadamente. Por ello, es un material básico que recomendamos abiertamente.

Otro de los juegos de construcción con bloques estrella y que recomendamos, que veréis en esta sección, son los bloques de corcho. Hechos de corcho natural, 100% sostenibles, son muy ligeros y transmiten a través del tacto, la vista y el olor, la experiencia inimitable de los materiales naturales. 

Y por supuesto, otros grandes protagonistas que no podían faltar en la selección, son los bloques de madera natural o teñida. Tenemos una gran selección, entre los que se encuentran los bloques con formas variadas de colores de la marca Grimm’s, de la que somos representantes en España. Un material maravilloso, versátil donde los haya y con una infinidad de posibilidades.

Y a todos estos bloques se suman los que tienen ventanas de colores, otros que pueden rellenarse con objetos dentro, incluso tenemos con arena, perlas  o líquido en su interior. Una gama variada y muy completa de bloques de construcción para niñas y niños.