Pelotas y bolas

Las pelotas son uno de las juegos que más nos gustan porque son divertidas, admiten muchísimas posibilidades y les suelen llamar la atención durante gran parte de la infancia. Además, algo tienen de especial cuando forman parte de todas las culturas a lo largo y ancho del planeta, ¿no dice eso mucho de ellas?

Las pelotas son un material fascinante de exploración desde los primeros meses. Siempre que tengan un tamaño adecuado y los materiales con los que están hechas sean totalmente seguros, existen un montón de variedades para ofrecerles en esta primera fase.

En nuestro catálogo, encontraréis una gran variedad de pelotas para bebés. Algunas son pelotas especiales para  el gateo, ya que ruedan poco y no frustrarán a los/las bebés rodando lejos, allá donde no pueden llegar a alcanzarlas. Otras están hechas con diferentes texturas, formas y colores, como comentábamos, convirtiéndose en materiales sensoriales maravillosos para la exploración. Y por supuesto, también tenemos la pelota Pikler.

A medida que el/la bebé vaya creciendo, también pueden usarse estas pelotas para jugar con ellos, estableciendo una comunicación amorosa a través del juego y la complicidad. Hacerla rodar, lanzarla… seguro que encontráis un montón de formas de divertiros en compañía, fomentando habilidades motrices a la par que estableciendo un bonito código con las palabras y sus balbuceos.

Es esta sección, las pelotas para bebés son fruto de un gran empeño en recoger los mejores materiales y nos gusta la selección que tenemos, porque hay que hacer un gran esfuerzo de búsqueda entre todas las que existen en el mercado. Creemos haberlo conseguido y esperamos que os gusten mucho las propuestas que contiene.

Cuando son más mayores, la pelota es una buena aliada de juego. No solo para el fútbol o el baloncesto, sino para multitud de actividades en los que la socialización y el desarrollo de la motricidad son muy importantes. Por ejemplo, tenemos en la tienda también las mantas cooperativas que en combinación con las pelotas blandas, son un maravilloso recurso de juego en equipo, divertido y super estimulante.

Cuando un niño o una niña corren detrás de una pelota y chutan, están poniendo en marcha un montón de actividades cuya coordinación no es sencilla. Es necesario para ello una cierta madurez del sistema nervioso que van adquiriendo poco a poco con la edad y la práctica, que les permita llegado el momento, acertar al balón sosteniéndose en un solo pie sin caerse, calcular la intensidad del golpe, buscar el equilibrio con los brazos… Un verdadero ejercicio de coordinación general y de dominio de su propio cuerpo muy importante en su crecimiento y en el futuro.

Actividades más complejas como por ejemplo, recibir y/o golpear una pelota en movimiento que viene por el aire, lanzar un pelota con una determinada puntería… son ejercicios de motricidad gruesa que de alguna forma, les están aportando un granito de arena en su futuro aprendizaje de la lectura y la escritura. Impresionante, ¿verdad?