Manualidades y arte

Los niños y las niñas se acercan al arte con la misma curiosidad y alegría que lo hacen a cualquier otro juego. Para ellos y ellas se trata de divertirse creando, plasmando, coloreando… al igual que lo hacen en bici pedaleando veloces o peinando a sus muñecas. 

El arte es pura manifestación de sus sentimientos, de sus recuerdos, de sus vivencias. No es una forma de alcanzar un objetivo, así como tampoco lo es jugar a cocinitas. Es una mera actividad de disfrute en sí misma, que nada tiene que ver con la realidad y con lo que perciben objetivamente hasta bien avanzada la edad.

El arte es maravilloso. No hay forma de hacerlo bien, ni forma de hacerlo mal. Cuando son niños y niñas, se trata de expresar, sacar, experimentar, fluir… y eso es algo que pueden hacer todos y todas, sin distinción. Picasso dijo “ todos nacemos artistas, lo difícil es seguir siéndolo durante la edad adulta”

Ser adulto/a al lado de un niño/a que crea, es difícil si no ponemos la mirada adecuada. Es un acto de responsabilidad enorme para no interferir, incluso sin quererlo. Todos y todas tenemos que desaprender cómo hacerlo, porque llevamos a nuestras espaldas una experiencia un tanto estropeada. Nuestros papel es ser capaces de ver el arte com un juego y de restar importancia al resultado y disfrutar del proceso, sin emitir juicios, valores, ánimo, sorpresa, admiración... Cuando logramos eliminar de nuestro lenguaje los conceptos bien y mal, bonito feo, automáticamente todas/os perdemos el miedo a jugar  con el arte y a improvisar.  

Los límites creativos desaparecen porque no estamos a expensas de la opinión de nadie, de que nadie apruebe y exalte nuestra capacidad, solo de disfrutar del proceso creativo en sí. Porque crear es un acto íntimo, hacia uno mismo, no para complacer ni deslumbrar a los/las demás.

En lo que se refiere a la pintura, nosotras somos unas grandes defensoras del trabajo de Arno Stern. Su propuesta es, desde nuestro punto de vista, la mejor manera de acercarse al juego de pintar y además creemos que puede extenderse a cualquier faceta artística. En la web tenemos su libro Del dibujo infantil a la semiología de la expresión toda una fuente de inspiración que os recomendamos muchísimo, porque genera en el lector o la lectora un cambio de mirada fácil de dar, pero al que es complejo llegar de forma autónoma. Arno Stern nos pone el dedo en el punto exacto del enfoque erróneo que bloquea la expresión artística y nos invita a dar un sencillo paso para cambiarlo. 

En el arte, igual que en cualquier otro juego, las personas adultas deberíamos tener un papel de asistentes, de alguien que crea las condiciones adecuadas para que cada persona, niña/o o adulta/o, dirija sus propios procesos creativos, de investigación y descubrimiento. Primero el garabato con el lápiz, los puntos, el círculo, las formas… un despliegue evolutivo maravilloso que se muestra ante nuestros ojos si les dejamos fluir, lejos de técnicas, lejos del “¡qué bonito!”, del “un pato se pinta así” o del inocente pero turbador “¿aquí qué has querido pintar?”. 

En Jugar i Jugar damos mucha importancia al material artístico que ofrecemos a los niños y las niñas, porque pintar con colores a los que se les rompe la punta, o con ceras o acuarelas que no cubren, desanima a cualquiera. Creemos que es más importante enseñar la importancia del cuidado de los materiales artísticos que darles cualquier material para que lo machaquen. 

Nuestro sueño es que la expresión artística forme parte de la educación reglada en nuestro país porque es una de las grandes olvidadas de nuestro sistema educativo. Justamente por eso hemos puesto mucho esmero en tener una amplia selección de material artístico de calidad, para que en casa o en las aulas podáis montaros un buen espacio bien equipado con materiales adecuados. 

Plasmar y crear forma parte de la condición humana, está en nuestro legado histórico, podemos verlo y palparlo casi en cada esquina. El arte es la esencia de las personas, las niñas y los niños lo saben y por eso no pueden resistirse a expresarse de forma artística en cuanto tienen la oportunidad. Seamos buenos acompañantes y dejemos que eso, simplemente, ocurra.